martes, septiembre 11, 2007

Bibliotecas Digitales

Los tres desafíos de las bibliotecas digitales
Los tres ejes alrededor de los cuales parece necesario concebir la construcción de bibliotecas digitales. Estos tres ejes cubren las actividades tradicionales de las bibliotecas y al hacerlo muestran que la experiencia adquirida con los libros y revistas en las últimas décadas puede servir también en una situación en evolución muy rápida, más marcada por la comunicación que por la gestión de la información documental, como la de Internet actualmente.
la conservación y la digitalización: ¿cómo elegir los documentos a digitalizar, cómo garantizar la cobertura de todas las ideas y todos los idiomas? ¿Cómo archiva los flujos de informaciones que circulan en Internet en provecho de generaciones futuras? ¿Cómo conservar en el seno de los bienes comunes los documentos del dominio público que son digitalizados?
la búsqueda documental: ¿cómo articular los modelos de motores de búsqueda y los de clasificación, a fin de evitar que el conocimiento se convierta únicamente en un registro de la “popularidad” de tal o cual idea o concepción?¿Cómo desarrollar el multilingüismo y la navegación por conceptos prometidos por la “web semántica” asociando a todos los internautas del mundo entero?
el acceso a los documentos: ¿cómo mantener las limitaciones y excepciones a la propiedad intelectual que permiten a los bibliotecarios participar en la libre circulación de los conocimientos en el universo digital? ¿Cómo evitar que nuevos derechos y técnicas de propiedad asociados a los documentos numéricos vengan a reducir la capacidad de todos y de todas, de acceder al conocimiento?
Al mirar Internet con ojos de bibliotecario, podemos percibir mejor la necesidad de guardar los rastros de su intensa actividad. Podemos situar mejor la reflexión en la duración y encontrarnos menos sometidos a los entusiasmos mediáticos. Podemos, en fin, medir en el campo de las ideas, la importancia de la implementación de normas de descripción (los metadatos) y la interoperabilidad (la traducción, la cooperación en la descripción documental y la necesidad de reformatear permanentemente los documentos para que sigan siendo legibles, siguiendo la evolución técnica) que están en el fundamento de las técnicas de Internet.
Haciendo esto, volvemos a encontrar una concepción social de la información y del conocimiento, que construye a la vez patrimonio (las obras del pasado) y acceso a las informaciones más actuales (las publicaciones científicas). Relativizamos las visiones estrictamente comerciales de la producción de cultura y de conocimiento situándonos desde el punto de vista de los bienes comunes de la información y de sus efectos sobre el desarrollo de las personas y de los países.
Marzo de 2006

viernes, septiembre 07, 2007

Las Bibliotecas Digitales


Ventajas, Desventajas y Controversias

La digitalización de libros, bases de datos y publicaciones es una labor titánica que está siendo emprendida por las grandes ventajas que ofrece, entre las que podemos mencionar:

  • Ahorro de papel.
  • Disminución de la necesidad de espacios en las bibliotecas.
  • Crecimiento y mejor organización de los acervos.
  • Optimización de los mecanismos de búsqueda de textos, imágenes, videos y audio.
  • Facultad de acceder a información desde cualquier parte del mundo e, igualmente, compartirla.

La información que se puede encontrar en las bibliotecas digitales, en algunos casos, se puede imprimir, grabar, mandar por correo electrónico e, incluso, manipular. Estas características las convierten en un gran recurso para científicos, profesores y alumnos, principalmente.

Al poder tener las obras en formatos digitales y ser tan sencilla su distribución, se genera una desventaja, ya que se corre el riesgo de que la piratería se haga presente y, con ello, que los autores carezcan de los beneficios que, por derecho, les corresponden. Se requiere de protección y, por lo tanto, de los derechos de los autores y de los lectores para que estos últimos puedan seguir teniendo acceso a información confiable.

Para limitar el duplicado indebido de la información, se implementan páginas que no permiten la copia o impresión de las páginas de los sitios y así el usuario sólo tiene permisos de lectura.
Otra restricción que han puesto las editoriales es que los discos compactos que distribuyen incluyen llaves que no permiten la copia de la información a disco duro, o tienen integrada una clave de registro que autoriza instalar una sola vez el producto.
Un aspecto de gran controversia relacionado con las bibliotecas digitales es en el que se involucran los editores y los derechos de autor de las publicaciones. Dietrich Götze mencionó en la LXIV Conferencia General de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios, realizada en Amsterdam en agosto de 1998, que se pueden llegar a tener dos consecuencias con "el uso ilimitado de los documentos electrónicos": el que no podamos contar con publicaciones serias y confiables y que aquellos que puedan adquirir las que sí lo son, paguen precios muy elevados por la información.

Para nutrir una biblioteca digital se han tenido que enfrentar obstáculos con los derechos de autor, ya que se están realizando negociaciones sobre la manera en que se venderá la información. Ejemplificando este punto tenemos que, actualmente, las personas que desean adquirir un libro, acuden cada una de ellas a comprarlo; teniendo acceso a una biblioteca digital, no es nada más un usuario el que adquiere la información. Por esta razón, los autores y editoriales deben definir cómo se ofrecerán los contratos.

Es importante considerar los costos del equipo que se requiere para digitalizar y para almacenar la información. El equipo es caro y no hay que olvidar realizar contratos de mantenimiento y actualización del mismo, pues se debe proteger la inversión. Este obstáculo se ha podido superar gracias a la tarea que han emprendido los programadores al esforzarse en comprimir el tamaño de los archivos y facilitar su almacenamiento e intercambio.

Por otro lado, las bibliotecas hasta el momento han cumplido con el cometido de poder dar servicio a la gente sin ninguna restricción y, al ofrecer información a través de las bibliotecas digitales, nos enfrentaremos al hecho de que no toda la gente cuenta con los medios para tener acceso a una computadora y que, adicionalmente, no tendrán los conocimientos básicos para realizar consultas de material digitalizado.

Un riesgo que se corre al tener esta información es el borrar accidentalmente por lo que se debe resaltar el proteger la información de estas eventualidades. Se debe ser muy meticuloso por la importancia de los archivos que se están manejando.

http://ciberhabitat.gob.mx/universidad/bibliotecas/bibliotecasb.htm

miércoles, septiembre 05, 2007

La Importancia del Bibliotecario en las Bibliotecas Digitales



Durante la segunda mitad del siglo pasado, el desarrollo tecnológico fue cada vez mayor, propiciando el desarrollo de varios inventos y su aplicación a la vida común. Una de estas maravillosas invenciones ha sido la super carretera de la información, es decir, Internet, la cual nos ha integrado a un verdadero mundo globalizado en donde las fronteras geográficas no existen.
No fue sino hasta hace unos 8 años que esta tecnología se popularizó a través de servicios como el Web, el correo electrónico y la transferencia de archivos ( FTP). Desde luego el ámbito de la bibliotecología no podía excluirse y se comenzaron a diseñar productos que explotaran el uso de los servicios de Internet. Éstos dieron pie al cambio de diversos paradigmas en las bibliotecas, como por ejemplo, la idea de llevar la biblioteca, hasta la oficina, el laboratorio, el aula y porque no, a la casa del usuario a través del Web, obviamente siempre y cuando se dispusiera de la tecnología que le permitiera efectuar estas acciones.
El uso de estas tecnologías por diversos tipos de comunidades y su aplicación a las bibliotecas, ha venido a desarrollar y fortalecer uno de los conceptos con mayor efervescencia en el campo de la organización de la información, este concepto es la llamada biblioteca digital que principalmente en las universidades ha tenido un mayor desarrollo.

Sin embargo, ya sea que hablemos de bibliotecas tradicionales o digitales, es importante considerar que la figura principal de éstas es el bibliotecario y, el eje de éste es la información y el acceso a la misma. De lo anterior podemos decir que el papel del bibliotecario en la sociedad es de suma importancia, pues es el puente entre la información y quien la solicita.

Dos autores, Víctor Manuel Aguilar Fernández y Wilma Mireya Gamboa, ambos de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán escribieron: "Ser bibliotecario tiene consecuencias sociales de tal trascendencia que no se puede visualizar sólo como un individuo que se especializa en el conocimiento del saber humano, sino con plena conciencia de que su ejercicio profesional debe ser contemplado en el contexto de la realidad social que le circunda. Tomar conciencia significa para el bibliotecario la obtención de una identidad profesional".

Desafortunadamente al no existir un verdadero reconocimiento en nuestra sociedad hacia estos profesionales, se pierde la identidad, la razón de ser y su impacto en la sociedad. Esto es difícil observarlo en otras profesiones como los médicos, los arquitectos, los ingenieros, los filósofos, etc., quienes no se cuestionan cuál deberá ser su papel.

Con el fin de mantener presentes algunas de las funciones relevantes y tradicionales que han venido realizando los bibliotecarios podemos mencionar las siguientes:

  • Identificar a la comunidad a la que está dirigida la biblioteca.
  • Seleccionar y adquirir el material que le es solicitado.
  • Describir y clasificar el material.
  • Diseminar la información a través de diversos servicios.

Estas son tareas básicas que los bibliotecarios realizan ya sea para bibliotecas tradicionales y/o digitales, y que seguramente se realizan en muchas otras bibliotecas, ya sean públicas, universitarias, especializadas, etc.


Entonces, ¿cambian las funciones del bibliotecario en una biblioteca digital?, ¿cuál deberá ser el perfil del bibliotecario en las bibliotecas digitales? y por último, ¿podrá ser sustituido por otros profesionales?.

Estas son algunas de las principales preguntas que han surgido en el gremio de los bibliotecarios o entre aquellas personas que están relacionadas con estos profesionales. Por lo anterior, este trabajo tiene como objetivo destacar la importancia de nuestros bibliotecarios no sólo en las bibliotecas digitales, sino también en las tradicionales al considerar como eje de su actividad la organización de la información, además pretende sugerir una serie de actitudes dadas las actuales condiciones de globalización.


Hagamos un alto ante estos cambios y reflexionemos algunas situaciones que son importantes para el desarrollo y permanencia de esta noble profesión analizando estas preguntas:
¿Cambian las funciones del bibliotecario en una biblioteca digital?
Para contestar esta pregunta, antes es necesario entender qué son las bibliotecas digitales y tener presentes algunas de sus funciones.

Don Waters (1998), director de la Digital Libraries Federation, fundada en 1995 menciona:
"Las bibliotecas digitales son organizaciones que proporcionan recursos, incluyendo personas especializadas, para seleccionar, estructurar, interpretar, distribuir, preservar la integridad, y asegurar la permanencia a través del tiempo de las colecciones de trabajos digitales para que estén listos y económicamente disponibles para usarse por una comunidad definida o conjunto de comunidades".

Lynch y García-Molina, en 1995, mencionan conceptos de biblioteca digital, así como los elementos las componen y sus funciones.
"Las bibliotecas digitales son la fase digital de las bibliotecas tradicionales que incluyen a las colecciones digitales y a las tradicionales. Esto abarca tanto materiales electrónicos como en papel. Las bibliotecas digitales, deberán incluir todos los procesos y servicios que son el soporte y sistema nervioso de las bibliotecas. Sin embargo, los procesos tradicionales, aunque también forman las bases del trabajo de la biblioteca digital, tendrán que ser revisadas y mejoradas para acomodar las diferencias entre el nuevo medio digital y el medio tradicional.

Idealmente las bibliotecas digitales proporcionan una panorámica coherente de todo el contenido de información dentro de una biblioteca, sin importar forma o formato.
La biblioteca digital, deberá servir a comunidades particulares como las bibliotecas tradicionales lo hacen, aunque estas comunidades puedan estar ampliamente dispersas a lo largo de la red.
Las bibliotecas digitales requerirán tanto de la destreza del bibliotecario, como de los científicos de la computación par ser viable."

Es importante mencionar que el concepto de biblioteca digital no sólo se refiere al acceso de las colecciones digitales como libros, revistas, tesis, mapas, videos, audio, etc., sino a toda una serie de procesos que pertenecen a áreas bien definidas como lo menciona la definición de la Federación de Bibliotecas Digitales de los Estados Unidos de Norteamérica. En la experiencia personal, esta falsa concepción de sólo considerar las colecciones digitales como bibliotecas digitales, genera en consecuencia ideas equivocadas acerca de las actividades que debe realizar un bibliotecario. Por ejemplo, algunos piensan que ahora su actividad preponderante será la digitalización de todo el acervo. Otros consideran que debe ser expertos en redes y cómputo para interconectar los diversos sistemas y poder consultarlos, algunos otros hasta los quieren convertir en programadores de metalenguajes como XML.

No debemos olvidar que:

  • La organización del conocimiento ha existido desde antes que se aplicaran estas nuevas tecnologías.
  • El uso de la tecnología aplicada a la organización del conocimiento es tan solo una herramienta, sin duda muy poderosa, pero no deja de ser eso, una herramienta.
  • El eje del bibliotecario es la organización de la información y desde luego los servicios que se proporcionan, y no la manipulación de las nuevas tecnologías.
  • El entusiasmo nos lleva a querer conocer de todo, ocasionando por un lado que se descuide el eje principal de esta profesión y, por otro lado que no seamos especialistas, es decir, de todo un poco y de nada en particular.


Partiendo de las ideas anteriormente expuestas, podemos decir que las funciones de los bibliotecarios en las bibliotecas digitales siguen siendo en esencia las mismas, sólo que ahora se realizan con medios diferentes pues aún es necesario hacer la selección, adquisición, organización y diseminación de la información, además de contar con el apoyo de profesionales en otras áreas.

¿Cuál deberá ser el perfil del bibliotecario en las bibliotecas digitales?
Sin duda las habilidades que deberán tener serán las mismas que se han considerado por años, pero además será necesario que desarrollen algunas otras habilidades, pero sobre todo que asuman nuevas actitudes.

Entre las habilidades podemos mencionar:

  • Mayor conocimiento en el uso de nuevas tecnologías aplicadas a las bibliotecas.
  • Habilidad para transmitir a los profesionales del cómputo y de las telecomunicaciones sus requerimientos.
  • Mayor dominio del idioma inglés y de otros idiomas.

Y entre las actitudes están:

  • Establecer alianzas con otras instituciones similares a la que pertenece con el fin de formar grupos más grandes para tener mayor capacidad de negociación y controlar los incrementos de precio de las colecciones o bien enfrentar los presupuestos insuficientes.
  • Con la creación de alianzas, se podrá tener mayor poder de negociación con los proveedores de los servicios electrónicos y exigir a éstos el cambio de sus políticas para que resulten más ventajosas para los clientes.
  • Analizar los contratos que ofrecen los proveedores de servicios y concientizar a sus autoridades en lo que se está invirtiendo, ya que en la mayoría de los casos los contratos son de arrendamiento de la información y no en la adquisición de la misma.
  • Generar análisis de costo-beneficio de los recursos contratados, con el fin de contar con indicadores que les permitan tomar decisiones.
  • Tener una visión integradora de los servicios con el fin de facilitar su consulta.
    Contar con estrategias de búsquedas de información en forma óptima, tales como la "infopragmática".
  • Generar, adoptar o adaptar políticas, normas y estándares internacionales para sus procesos o servicios.
  • No es necesario que los bibliotecarios sean expertos en telecomunicaciones, redes de cómputo, programación, etc. Debemos recordar que hay diversos profesionales que dominan esas técnicas y pueden ser valiosos aliados.
  • Considerando que el conocimiento no es universal, es decir, no es posible que todos entendamos todo, el bibliotecario deberá concentrar sus esfuerzos en la comunidad de usuarios para la que fue creada la biblioteca. Esto es aplicable tanto para bibliotecas digitales como para las tradicionales.
  • Los profesionales de otras áreas que pueden verse relacionados con esta profesión son vistos como enemigos y no como aliados, por lo que es importante cambiar esta percepción.

Estela Morales en su artículo "Consideraciones sobre el ambiente local y global" lo resume en una frase "es necesario modificar las actitudes de ambientes locales a ambientes globales".

¿El bibliotecario podrá ser sustituido por otros profesionales?
Este profesional NO podrá ser sustituido por otros, ya que reúne una serie de aptitudes muy particulares que difícilmente otros profesionales las tendrían y es hasta que en forma personal se enfrenta uno con la experiencia de catalogar y clasificar cuando se da cuenta de que la paciencia y el apego a las reglas, normas y estándares, evitan en buena medida errores humanos y resultan herramientas valiosas para el difícil arte de organizar el conocimiento humano.
Y que decir cuando los bibliotecarios se enfrentan a la tarea de averiguar con precisión qué es lo que el usuario requiere como información, ya que la frase "quiero todo sobre este tema ". En este sentido el bibliotecario es un guía.


Definitivamente el bibliotecario debe dedicarse a la organización de la información y ofrecer el acceso a la misma, pero desde luego, de manera más obligada en el caso de las bibliotecas digitales, deberá auxiliarse de otros profesionales que le faciliten la tarea. Incluso en la medida en que esta relación interdisciplinaria se presente, lejos de opacar la figura del bibliotecario, ganará presencia, pues habrá un reconocimiento de su labor.




Autor: Ing. Víctor Bravo Ahuja
Última actualización: 5-09-07

martes, septiembre 04, 2007

Un Nuevo Concepto: La Biblioteca Virtual



La aplicación de la tecnología de la información posibilita la definición de una nueva estrategia de desarrollo de las organizaciones documentales. Entre ellas el establecimiento de espacios virtuales a través de los cuales los usuarios pueden acceder a las colecciones con independencia de las coordenadas espaciales o temporales Esto supone una reorganización de los procesos técnicos y administrativos que conforman la biblioteca: sus recursos materiales, humanos y servicios para dotarla de una infraestructura cliente-servidor adecuada.

Actualmente, la incorporación cada vez mayor de materiales en soporte electrónico hace que la gestión de la colección de materiales en soporte tradicional incremente su complejidad, y aunque los recursos electrónicos, tarde o temprano, dominen en las bibliotecas digitales, éstas seguirán
albergando materiales en soporte papel, formando parte de un servicio único que administre dos aspectos diferentes: recursos digitales y tradicionales.

Algunos autores hablan de la biblioteca "híbrida"12 que sería una etapa previa a la biblioteca digital, cuya consecución dependerá más de que se opere un cambio cultural que del propio desarrollo tecnológico. La progresiva implantación de la biblioteca digital tendrá efectos sobre las diferentes áreas de la misma, sobre el desarrollo de la colección, sobre su uso, sobre el servicio de referencia y sobre la formación de usuarios. Pero como toda innovación tecnológica, ésta producirá una crisis transaccional que el tiempo y el uso incorporarán a sus rutinas habituales.
Las ventajas que ofrece la biblioteca virtual se basan en la premisa de que todos los usuarios tienen las mismas posibilidades de acceso a los recursos de la biblioteca, independientemente de las coordenadas espaciales y temporales del usuario, ya que es un servicio permanente que al que se puede acceder desde cualquier parte y a cualquier hora, además de poder ser utilizado al mismo tiempo por varios usuarios a la vez de manera interactiva.
De esta manera, se crea una comunidad virtual a la que se posibilita acceder a todos los servicios tradicionales de la biblioteca presencial, posibilitándoles además disponer de toda una serie de servicios adicionales derivados del diseño de la biblioteca digital. Una biblioteca digital ofrece todos los servicios necesarios de forma remota, poniendo a disposición de los usuarios servicios tradicionales: información y referencia, préstamo, obtención de documentos, etc. y herramientas adecuadas a las particularidades de este tipo de usuarios: textos electrónicos, revistas electrónicas, sumarios de revistas, resúmenes de documentos, etc.
Los profesionales
Desde la formulación del concepto de sociedad de la información, a mediados de los años 80, los empleos en el sector de la información se han incrementados y diversificados rápidamente.

El papel que los bibliotecarios tendrían como proveedores de servicios externos a sus clientes se pueden concretar sobre aquellas aportaciones para las que estos profesionales están especialmente dotados, por su conocimiento de la naturaleza de la información, su contexto y los hábitos básicos de quienes cotidianamente trabajan con información.
Entre las tareas más habituales del bibliotecario virtual están: la necesidad de organización y
sistematización de los conocimientos, establecer filtros informativos, gestión de los nuevos soportes de la información y, especialmente, las tareas de formación de usuarios, cuyo grado de implicación vendrá determinado por la complejidad de las infraestructuras de las bibliotecas digitales.

Un asunto a considerar es la necesaria relación bibliotecario-usuarios cuando uno y otro mantienen una comunicación a distancia; ello conlleva a la necesidad de conocer a este usuario virtual y a desarrollar técnicas de análisis de mercado que ayuden a determinar las necesidades y conductas informativas de éstos, para poder anticiparse a sus demandas informativas.

Los usuarios virtuales
La biblioteca debe de atender a este segmento de la comunidad que se conecta a distancia y que tiene unas características y necesidades específicas, también debe de recabar información para conocer mejor a este usuario a fin de mejorar la calidad de los servicios y su nivel de satisfacción con los mismos.
Los documentos: la colección digital La biblioteca digital tiene que tener un soporte virtual para que la disponibilidad y accesibilidad de una parte fundamental de los documentos a texto completo que ofrece a sus usuarios en el servicio tradicional, pueda ser ofertada a los usuarios en línea.

En este contexto es inexcusable eludir los aspectos relativos al derecho de reproducción y de comunicación pública de los documentos y su adaptación al nuevo entorno electrónico, ya que condiciona los futuros modos de utilización de las obras en la red y marca las líneas de actuación de los diferentes actores en la sociedad de la información17. Se trata de aspectos que no se han abordado con profundidad, y que serán objeto de inmediatos desarrollos.
Cada día es más habitual encontrarse documentos en ambos formatos - tradicional y electrónico - y la mayoría de los distribuidores ya ofrecen bases de datos de publicaciones periódicas a texto completo de todas las áreas de conocimiento. Otra posibilidad la brinda, sobre todo para aquellas
publicaciones que no están en formato digital, la creación de listas de distribución, recurso dinámico que periódicamente proporciona información al usuario de las publicaciones que va incorporándose a la biblioteca. De esta manera la biblioteca no sólo es transmisora de información, sino que se convierte en generadora y distribuidora de información.
Servicios en línea
¿Cómo se articularían las diferentes secciones y servicios virtuales para proporcionar un servicio de biblioteca completo a usuarios no presenciales a través de la Web.
Acceso al catálogo
El acceso al catálogo es uno de los servicios básicos que vienen ofreciendo habitualmente todas las bibliotecas, pero en una biblioteca virtual sería deseable que el acceso al mismo incluyera la información de documentos en soporte tradicional con documentos en soporte electrónico, tanto los generados por la propia entidad, como enlaces a otros documentos disponibles en Internet; con lo que es un catálogo que va más allá, ya que en algunos de los casos posibilita el acceso al documento original, o al resumen y/o sumario digitalizado del mismo, cuya finalidad es que este usuario no presencial pueda hacerse una idea del contenido del documento antes de proceder a su uso o petición en préstamo
Préstamo
Para aquellos documentos que no están disponibles en red, a través del propio catálogo la biblioteca virtual debe posibilitar la petición de un documento en préstamo, este servicio supone un coste adicional que llegado el caso puede sufragar, al menos en parte el propio prestatario.
Información bibliográfica
La biblioteca virtual está diseñada para facilitar en la mayor medida de lo posible la autosuficiencia del usuario y el desenvolvimiento de éste en el entorno digital. Pero para su mejor aprovechamiento, la biblioteca debe brindar un servicio de atención personalizada y directa a través de un buzón de correo electrónico generado para tal efecto que permitirá, aparte de proporcionar un servicio al usuario, hacerse eco de sus necesidades y poder anticiparse a ellas.
Este servicio permitirá a su vez enlaces a una biblioteca de referencia compuesta por enciclopedias, diccionarios, bases de datos, directorios, etc.…en soporte electrónico, tanto de aquel material que disponga el centro como de otros recursos externos disponibles en Internet.
Peticiones de información bibliográfica y DSI serían los servicios que pueden proporcionarse en línea a través del correo electrónico y que completarían este mostrador virtual de referencia.
Autor: Vietes Alonso, Beatriz.
Actualización Octubre 2000

lunes, septiembre 03, 2007

Las Bibliotecas Digitales en Internet


¿Qué es una biblioteca?
Antes de profundizar en las bibliotecas digitales, definimos el concepto de biblioteca en general y de biblioteca digital en particular. La definición de biblioteca incluye seis características principales:

1) Colección de objetos de datos - Una biblioteca aloja una colección de objetos de datos, también llamados fondos, items, recursos o materiales. Los items pueden ser: libros y periódicos, documentos (p. ej., páginas HTML) y objetos multimedia (pinturas o imágenes, cintas o archivos de vídeo, etc.). Los objetos bibliotecarios pueden ser accesibles localmente en la biblioteca o, indirectamente, utilizando una red para acceder a ellos.

2) Colección de estructuras de metadatos - Una biblioteca contiene una colección de estructuras de metadatos, como son catálogos, guías, diccionarios, thesauros, índices, sumarios, anotaciones, glosarios, etc.

3) Colección de servicios - Una biblioteca proporciona un conjunto de servicios, como: diversos métodos de acceso para distintos usuarios (búsqueda, etc.), gestión de la biblioteca, estadísticas y evaluación de las actividades de la biblioteca y Difusión Selectiva de la Información (DSI).

4) Dominio especializado - Una biblioteca tiene un dominio especializado y su colección tiene un objetivo. Por ejemplo: arte, ciencia o literatura. Además, normalmente se crea para servir a una comunidad de usuarios y está sutilmente estrructurada. Por ejemplo: universitaria, pública, especializada, escolar, nacional o estatal.

5) Control de calidad - Una biblioteca utiliza el control de calidad en el sentido de que todo su material se verifica y es consistente con el perfil o estereotipo de la biblioteca. El material se filtra antes de incluirlo en la biblioteca y sus metadatos generalmente se enriquecen (p. ej., se anota), etc.

6) Preservación - Bibliotecas y archivos han servido como focos institucionales centrales para la preservación y para ambas instituciones la preservación es una de sus funciones fundamentales. El objetivo de la preservación [2] es asegurar la protección de la información de valor permanente de manera que pueda ser accesible para las generaciones presentes y futuras. La preservación incluye la distribución de los recursos para su permanencia, medidas preventivas para detener el deterioro de los materiales y medidas restauradoras que permitan la utilización de los materiales seleccionados.

De las bibliotecas de papel a las bibliotecas digitales
En cualquier caso, el Web y los motores de búsqueda no sustituyen a las clásicas, queridas bibliotecas. Mirando hacia atrás, las bibliotecas pueden clasificarse en tres tipos:

1) Analógicas/Bibliotecas de Papel (BP) - la biblioteca de papel clásica con su fichero manual.
2) Automatizada/Biblioteca Híbrida (BH) - una biblioteca analógica con el catálogo automatizado.
3) Biblioteca Digital (BD) - una biblioteca automatizada en la que la mayor parte de la información es digital.
Nadie cuestiona o discute la larga y duradera contribución de las bibliotecas clásicas existentes. Está claro el concepto de biblioteca de papel y de los distintos servicios que proporciona. La idea es que las bibliotecas digitales deberán proporcionar todos esos servicios además de otros nuevos. Para aludir a esto, en las bibliotecas digitales, utilizamos el término 'servicios integrados'. Estos servicios integrados añadirán servicios que son posibles a través de la utilización de medios digitales como: variadas técnicas de búsqueda con la consecuencia de resultados centrados especializados, suministro más rápido de recursos relevantes y también acceso a recursos multimedia.
Los problemas de nuestras bibliotecas son bien conocidos y no es preciso detallarlos aquí. Por otra parte, tenemos menos claro qué es una biblioteca digital y cómo funciona: este es el tema de esta ponencia.
Bibliotecas digitales

Clasificación de las bibliotecas digitales
Dividimos las bibliotecas digitales en tres clases: Biblioteca Digital Autónoma (BDA), Biblioteca Digital Federada (BDF) y Biblioteca Digital Recolectada (BDR). Las detallamos a continuación:

1) Biblioteca Digital Autónoma (BDA)Es la biblioteca clásica normal implementada de manera completamente automatizada. La BDA es simplemente una biblioteca cuyos fondos son digitales (escaneados o digitalizados). La BDA es independiente - el material está localizado y centralizado. De hecho, es un ejemplo automatizado de la biblioteca clásica con las ventajas de la automatización. Son ejemplos de BDAs la Biblioteca del Congreso y la Israeli K12 Portal Snunit.
2) Biblioteca Digital Federada (BDF)Es una federación de varias BDAs independientes en la red, organizadas en torno a un tema común y unidas en la red. Una BDF consta de varias BDAs que forman una biblioteca en red con una interfaz de usuario transparente. Las distintas BDAs son heterogéneas y están conectadas via comunicación en red. El mayor desafío en la construcción y mantenimiento de una BDF es la interoperabilidad (puesto que los distintos depósitos utilizan diferentes normas y formatos de metadatos). Son ejemplos de BDF NCSTRL y NDLTD.
3) Biblioteca Digital Recolectada (BDR)Es una biblioteca virtual que proporciona acceso resumido a materiales relacionados dispersos en la red. Una BDR solo maneja metadatos con punteros a los fondos que están a un solo clic de distancia en el ciberespacio. El material alojado en las bibliotecas está recolectado (convertido en sumarios) de acuerdo con la definición de un Especialista de la Información (EI). Sin embargo, una BDR tiene las características de una biblioteca digital normal, está sutilmente estructurada y centrada en una materia. Tiene numerosos servicios bibliotecarios y un alto control de calidad mantenido por el EI que también es responsable de anotar los objetos de la biblioteca. Son ejemplos de HDLs la IPL y WWW Virtual Library .
Comparación
Para subrayar los distintos aspectos de esta clasificación de las bibliotecas digitales permítannos examinar los distintos tipos de bibliotecas digitales. En las BDA y BDF los items se adquieren electrónicamente o están completamente digitalizados/escaneados. Estos items se almacenan en depósitos locales (en las BDA) o en depósitos de BDA independientes a los que se accede mediante un protocolo de red (en las BDF). Cada BDA aloja un inmenso depósito que contiene tanto los items como estructuras de metadatos que permiten una recuperación eficaz. Este material se va actualizando, en un proceso similar al de una biblioteca clásica. Es importante señalar que la composición de una BDF a partir de BDAs requiere posibilidades de interoperabilidad y la utilización de un protocolo común. Al contrario que en las BDAs y las BDF, los items de una BDR se reúnen en la red. Estos items se encuentran dispersos en numerosos servidores y se accede a ellos vía recuperación directa utilizando protocolos estándar como HTTP, FTP., etc. La BDR solo aloja metadatos de los items y, además, su depósito es pequeño y compacto. Debido a que los items que pertenecen a la BDR pueden ser actualizados en cada momento por sus autores, sus sumarios deben ser actualizados dinámicamente en la BDR mediante procedimientos automatizados que se desencadenan automáticamente o los inicia explícitamente el EI. Una cuestión interesante es que el EI puede cambiar el perfil de una BDR para reforzar los contenidos de la biblioteca.
Autor:Taly Sharon & Ariel J. Frank
E-mail:
taly.ariel@cs.biu.ac.il
Agosto 22, 2000

lunes, agosto 20, 2007

La Biblioteca en la Sociedad de la Información


La sociedad de los últimos años ha experimentado cambios importantes. Estos pueden percibirse de manera más patente en los campos de la informática, la información y la tecnología de las comunicaciones. Estos han impulsado el desarrollo de un nuevo concepto: "Sociedad Post-industrial" o "Sociedad de la Información".
La sociedad de la información será aquella en la que una parte significativa de la actividad humana y, por supuesto, de la generación de la riqueza, procederá de la producción, de la manipulación y el uso de la información.
La información ha sido siempre un componente importante de la actividad económica, pero nunca se había despertado en torno a ella, tantas y tan grandes expectativas de producción, de riqueza y progreso.

El desarrollo de Internet pone de relieve la evolución notable de la sociedad de la información, como fuente de productos y servicios diversos; en el que la red informática puede posibilitar un nuevo desarrollo basado en la economía del conocimiento.

Los datos ponen de manifiesto que el sector de la información está en continuo crecimiento en proporción al resto de los sectores profesionales; este aumento se ha hecho más evidente en los últimos año. Dentro de este contexto de comunicación de la información está la biblioteca.

Las bibliotecas, especialmente aquellas que trabajan en áreas especializadas -universitarias y de investigación- tienen un reto importante ante sí para poder desarrollar sus potencialidades como verdaderos centros de apoyo a la investigación, que proporcionan servicios documentales a la
medida de las necesidades de sus usuarios. En este contexto cabría preguntarse qué papel desempeña la biblioteca en la construcción de la Sociedad de la Información. Facilitar información es un aspecto que siempre ha estado presente entre las funciones desarrolladas por la biblioteca, y probablemente no exista un cambio en las funciones conceptuales, aunque si se ha operado una auténtica revolución en cuanto a los medios y capacidades disponibles para optimizar esos objetivos.

Los profesionales de la información han ido incorporando nuevos roles profesionales en un proceso continuo y progresivo, adaptando e incorporando sus tareas al uso de la Tecnología de la Información.
El trabajo en redes de información en las bibliotecas responde a dos orientaciones:

· La biblioteca como usuaria de los recursos y servicios de información en Internet .

· La biblioteca como proveedora de servicios de información en Internet.

Ambos aspectos lejos de entrar en contradicción se complementan, pues para la provisión de esos servicios, la red supone una herramienta de primera utilidad de cara a apoyar y mejorar los procesos técnicos y de información, que servirán de sustento a los servicios que proporciona la biblioteca en la propia red.

Los documentos electrónicos, aunque aparecieron en los años 80 – tanto en línea como en CD-ROM- no tuvieron un uso generalizado hasta que no han sido de uso común las redes de información. El documento electrónico ha supuesto una simplificación del proceso de publicación: abaratando los costes de producción, facilidad de elaboración, rapidez de edición y capacidad
de acceso, ya que cualquier documento que se edita en la red por el sólo hecho de hacerlo tiene una potencialidad de uso universal, lo que a su vez conlleva unos cambios sustanciales en las pautas de consumo y comunicación, sobre todo en el ámbito académico y en la edición científica,
donde se dan las circunstancias apropiadas para la sustitución de la edición tradicional6. Esto por otro lado afecta a la edición comercial, ya que en alguna medida este sector está perdiendo el control sobre la producción, al convertirse de esta manera la publicación electrónica en un producto directo entre los generadores de información científica y sus inmediatos consumidores.
Si bien hay que poner de manifiesto que esta facilidad para la edición hace de Internet un voluminoso almacén de información de muy diversos contenidos, calidad y utilidad -debido en buena parte al carácter descentralizado de la red-, lo que ha llevado a que algunos autores la hayan comparado con una gran biblioteca sin catálogos, pues no responde a criterios de información estructurada orientada a la recuperación, lo que hace de ella un depósito caótico para la publicación y distribución de documentos de gran variedad de contenidos, formatos y perdurabilidad provenientes de todo el mundo.

Todos estos aspectos que afectan al proceso de investigación, edición, difusión y consumo de la información. También tienen su incidencia en el proceso de información y comunicación que desarrolla la biblioteca de investigación, abriendo a ésta nuevas posibilidades como entidad gestora del conocimiento8 Este concepto abarca todo el proceso antes mencionado, desde la relación bidireccional producción-consumo de información hasta la difusión de la misma.


La tarea fundamental de la biblioteca en este contexto sería la organización de los recursos de información en red, posibilitando un mejor acceso a Internet a través de servicios que de alguna manera garanticen un acceso efectivo a los recursos.

Cabría preguntarse que servicios pueden ser estos:

· La biblioteca por las tareas tradicionales que ha venido desarrollando a lo largo de su devenir histórico -seleccionando, adquiriendo y procesando información- es la entidad clave para la organización del conocimiento en la red, de cara a crear y aplicar sistemas estructurados de recuperación de información: Metadatos9 y sistemas de búsqueda de información distribuida (protocolo Z39.5010)

· Aprovechar la capacidad de las nuevas tecnologías para proveer servicios de información.

· Otro papel que se ha asignado a la biblioteca en este contexto es como entidad garante democrático de acceso a la información, otorgando al bibliotecario la tarea de mediador entre la información y el usuario, en el cual tendrían gran importancia las tareas de formación de usuarios.
La biblioteca en este contexto está generando un nuevo concepto de biblioteca; La Biblioteca Digital.

Autor: Rodríguez París, E.,

domingo, enero 08, 2006

Grandes bibliotecas digitales y virtuales del mundo

Las bibliotecas más prestigiosas del mundo tienen su correlato en el mundo digital, donde los formatos impresos se presentan junto a otros multimedia -como audio o video- que los complementan, y que están asociados a otro modo de producción, organización, distribución y apropiación de la información. Sin embargo, lo que habitualmente llamamos bibliotecas digitales se distinguen de las virtuales, que abren un nuevo mundo de servicios en línea, adaptados a las demandas de los usuarios.

En un principio fueron las bibliotecas electrónicas, que permitieron acceder a la información en formato digital, con todas las ventajas que esto supuso en el acceso pero sin desarrollar otras potencialidades de lo virtual. Las bibliotecas digitales o virtuales, entendidas como un entorno fueron un desarrollo bastante posterior, y llegaron de la mano de proyectos que buscaron reunir colecciones de libros, servicios y personal especializado.

En esta nota recorremos la evolución de las bibliotecas digitales, a la luz de algunos casos paradigmáticos; y comentamos algunas de las principales modificaciones que éstas introducen en los distintos momentos de la gestión del conocimiento: la organización, comunicación o difusión, almacenamiento, búsqueda, filtrado o selección, y reutilización de la información.
De la posesión al acceso a la información
El soporte digital proporciona un complemento a otros modos tradicionales de preservación y difusión de la información, cumpliendo una función de almacenamiento o de conservación del conocimiento nada desdeñable frente a la masa de producción editorial de hoy en día. Un estudioso de estos temas, José Antonio Millán, señalaba hace ya unos años que “el texto digital, esa materia extraordinariamente fluida, puede viajar por todo el mundo, tiene un coste de duplicación prácticamente de cero y además permite una asombrosa adaptación al lector”.

Sin embargo, el concepto de biblioteca digital o virtual –por el momento, los tomaremos como sinónimos- incluye una valor añadido: amplía la capacidad de búsqueda y recuperación de la información. De aquí se deriva la importancia de los llamados metadatos –o datos sobre los datos- para facilitar el acceso a la información. El problema que antes estaba en la posesión de la información se ha desplazado al acceso a la misma y al diseño de mejores sistemas de gestión de los recursos digitales.
Bibliotecas digitales y bibliotecas virtuales
Como un buen ejemplo de las bibliotecas digitales pueden mencionarse la galería online de la Biblioteca Británica, que cuenta con recursos multimedia disponibles sólo en el formato web, como la libreta de anotaciones de Leonardo y el diario musical de Mozart. En este sentido, pueden interpretarse también proyectos como el de Google y Yahoo, de conformar una biblioteca digital, o más recientemente el de la Biblioteca Nacional de Francia, que curiosamente han centrado el debate de los medios y de los especialistas en la amenaza que supone la digitalización para los derechos de autor, desplazando por ejemplo el tema de los nuevos servicios que puede brindar una biblioteca virtual.

Aunque hay que hacer algunas salvedades: la reciente compra del sitio Del.icio.us por parte de Yahoo! es un buen ejemplo para ver cómo el futuro de la web –y de las bibliotecas virtuales- va a depender cada vez más del crecimiento de las redes sociales y la participación de los usuarios en la creación y el manejo de los contenidos.

Ahora bien, la incorporación de recursos en varios formatos, actualizados periódicamente, no necesariamente incluye la incorporación de nuevos servicios, en los que el elemento humano -por llamarlo de alguna manera- intervenga de modo directo y simultáneo. Es en este punto donde se torna útil señalar algunos matices entre el concepto de biblioteca digital y el de biblioteca virtual.

Ateniéndonos a las definiciones que proporciona ODLIS, la versión online del diccionario especializado en bibliotecología y ciencias de la información, de Joan M. Reitz, una biblioteca virtual contiene colecciones que no están impresas o de modo tangible, pero sobretodo se caracteriza porque brinda servicios sólo en línea, como la Biblioteca Virtual de Colorado en Estados Unidos. En estos casos es más patente la existencia de esa cuarta pared, que propicia la inmersión del usuario en el espacio virtual, creándole la ilusión de que está dentro de una biblioteca.
El derecho propio de lo virtual
Contra la idea de que el contenido o la información serán los mismos, sin importar el formato en el que se encuentren, la noción de biblioteca virtual parte del reconocimiento de las limitaciones y potencialidades propias del entorno digital. Incorpora servicios en los que interviene el elemento humano de modo simultáneo, y aprovecha la respuesta de los usuarios para organizar la información.

El carácter abierto de la biblioteca virtual, que se ha conectado a la red y se ha desligado definitivamente de su modelo físico –aunque lo virtual tiene su propia materialidad física-, viene a coronar una evolución histórica. En esta línea, pueden interpretarse también las articulaciones entre los recursos de una biblioteca y otros eventos de la cultura, de lo que es un buen ejemplo la red de bibliotecas municipales de Barcelona, que integra a las bibliotecas en el circuito cultural de la ciudad.

Cabe esperar que herramientas de investigación sobre las prácticas culturales, como el Sistema Nacional de Consumos Culturales -SNCC-, recientemente creado en nuestro país, proporcionen los insumos necesarios para la formulación de políticas locales que articulen a largo plazo las diversas prácticas culturales.
Autor: Carolina Gruffat
Con la colaboración de Mónica Klibanski
Enero de 2006