lunes, agosto 20, 2007

La Biblioteca en la Sociedad de la Información


La sociedad de los últimos años ha experimentado cambios importantes. Estos pueden percibirse de manera más patente en los campos de la informática, la información y la tecnología de las comunicaciones. Estos han impulsado el desarrollo de un nuevo concepto: "Sociedad Post-industrial" o "Sociedad de la Información".
La sociedad de la información será aquella en la que una parte significativa de la actividad humana y, por supuesto, de la generación de la riqueza, procederá de la producción, de la manipulación y el uso de la información.
La información ha sido siempre un componente importante de la actividad económica, pero nunca se había despertado en torno a ella, tantas y tan grandes expectativas de producción, de riqueza y progreso.

El desarrollo de Internet pone de relieve la evolución notable de la sociedad de la información, como fuente de productos y servicios diversos; en el que la red informática puede posibilitar un nuevo desarrollo basado en la economía del conocimiento.

Los datos ponen de manifiesto que el sector de la información está en continuo crecimiento en proporción al resto de los sectores profesionales; este aumento se ha hecho más evidente en los últimos año. Dentro de este contexto de comunicación de la información está la biblioteca.

Las bibliotecas, especialmente aquellas que trabajan en áreas especializadas -universitarias y de investigación- tienen un reto importante ante sí para poder desarrollar sus potencialidades como verdaderos centros de apoyo a la investigación, que proporcionan servicios documentales a la
medida de las necesidades de sus usuarios. En este contexto cabría preguntarse qué papel desempeña la biblioteca en la construcción de la Sociedad de la Información. Facilitar información es un aspecto que siempre ha estado presente entre las funciones desarrolladas por la biblioteca, y probablemente no exista un cambio en las funciones conceptuales, aunque si se ha operado una auténtica revolución en cuanto a los medios y capacidades disponibles para optimizar esos objetivos.

Los profesionales de la información han ido incorporando nuevos roles profesionales en un proceso continuo y progresivo, adaptando e incorporando sus tareas al uso de la Tecnología de la Información.
El trabajo en redes de información en las bibliotecas responde a dos orientaciones:

· La biblioteca como usuaria de los recursos y servicios de información en Internet .

· La biblioteca como proveedora de servicios de información en Internet.

Ambos aspectos lejos de entrar en contradicción se complementan, pues para la provisión de esos servicios, la red supone una herramienta de primera utilidad de cara a apoyar y mejorar los procesos técnicos y de información, que servirán de sustento a los servicios que proporciona la biblioteca en la propia red.

Los documentos electrónicos, aunque aparecieron en los años 80 – tanto en línea como en CD-ROM- no tuvieron un uso generalizado hasta que no han sido de uso común las redes de información. El documento electrónico ha supuesto una simplificación del proceso de publicación: abaratando los costes de producción, facilidad de elaboración, rapidez de edición y capacidad
de acceso, ya que cualquier documento que se edita en la red por el sólo hecho de hacerlo tiene una potencialidad de uso universal, lo que a su vez conlleva unos cambios sustanciales en las pautas de consumo y comunicación, sobre todo en el ámbito académico y en la edición científica,
donde se dan las circunstancias apropiadas para la sustitución de la edición tradicional6. Esto por otro lado afecta a la edición comercial, ya que en alguna medida este sector está perdiendo el control sobre la producción, al convertirse de esta manera la publicación electrónica en un producto directo entre los generadores de información científica y sus inmediatos consumidores.
Si bien hay que poner de manifiesto que esta facilidad para la edición hace de Internet un voluminoso almacén de información de muy diversos contenidos, calidad y utilidad -debido en buena parte al carácter descentralizado de la red-, lo que ha llevado a que algunos autores la hayan comparado con una gran biblioteca sin catálogos, pues no responde a criterios de información estructurada orientada a la recuperación, lo que hace de ella un depósito caótico para la publicación y distribución de documentos de gran variedad de contenidos, formatos y perdurabilidad provenientes de todo el mundo.

Todos estos aspectos que afectan al proceso de investigación, edición, difusión y consumo de la información. También tienen su incidencia en el proceso de información y comunicación que desarrolla la biblioteca de investigación, abriendo a ésta nuevas posibilidades como entidad gestora del conocimiento8 Este concepto abarca todo el proceso antes mencionado, desde la relación bidireccional producción-consumo de información hasta la difusión de la misma.


La tarea fundamental de la biblioteca en este contexto sería la organización de los recursos de información en red, posibilitando un mejor acceso a Internet a través de servicios que de alguna manera garanticen un acceso efectivo a los recursos.

Cabría preguntarse que servicios pueden ser estos:

· La biblioteca por las tareas tradicionales que ha venido desarrollando a lo largo de su devenir histórico -seleccionando, adquiriendo y procesando información- es la entidad clave para la organización del conocimiento en la red, de cara a crear y aplicar sistemas estructurados de recuperación de información: Metadatos9 y sistemas de búsqueda de información distribuida (protocolo Z39.5010)

· Aprovechar la capacidad de las nuevas tecnologías para proveer servicios de información.

· Otro papel que se ha asignado a la biblioteca en este contexto es como entidad garante democrático de acceso a la información, otorgando al bibliotecario la tarea de mediador entre la información y el usuario, en el cual tendrían gran importancia las tareas de formación de usuarios.
La biblioteca en este contexto está generando un nuevo concepto de biblioteca; La Biblioteca Digital.

Autor: Rodríguez París, E.,

1 comentario:

Alfred González dijo...

En nuestro continente existen exitosas experiencias de bibliotecas digitales, un ejemplo de ello es la Biblioteca de la Universidad Autónoma de Méjico, lamentablemente en nuestro país no ha cristalizado una iniciativa como esta, de gran utilidad para la población lectora o investigadora, y claro el aporte desinteresado de autores e imprentas respecto de sus derechos, de cualquier forma es esta una iniciativa que requiere de apoyo y difusión.